Los alimentos deben mantenerse siempre limpios desde su producción hasta su consumo.
Un alimento alterado o contaminado puede causar diarrea u otras enfermedades.
Se necesita agua segura, potable, para lavarlos antes de comerlos, ya sean crudos o cocidos.
- Las verduras pueden haberse fertilizado con heces de animales o de humanos o haber sido regadas con aguas de desagües; Por lo tanto se deben lavar bien y cocinar el tiempo necesario.
- La carne que no está suficientemente cocida o está roja en el centro (incluso la de aves) puede ser peligrosa. El consumo de carnes infectadas o contaminadas pueden causar vómitos y diarreas graves o infestación por parásitos.
La carne se debe cocinar bien y consumir de inmediato.
- El pescado se deteriora rápidamente por el calor, a veces en pocas horas. El pescado fresco se debe eviscerar lo mas pronto posible, refrigerar a la brevedad, cocinar y comer sin demoras.
La limpieza y la prevención de la contaminación
La higiene del ambiente donde se preparan y sirven las comidas es una garantía para la seguridad de los alimentos.
Todos los utensilios, los equipos y los edificios (cocinas), deben mantenerse en buen estado higiénico y de funcionamiento.
Para la limpieza y desinfección es necesario utilizar productos que no tengan olor ya que pueden producir contaminaciones además de enmascarar otros olores.
Se debe lavar, enjuagar y desinfectar los utensilios en la forma correcta
- Lavar por arrastre con agua y detergente haciendo que ésta corra.
- Usar agua corriente potable, nunca reutilizar el agua usada.
- Desinfectar con agua caliente (más de 70°C).
- Mantener el orden.
- Dejar secar en escurridores.
- Las zonas de preparación de los alimentos crudos y cocidos, deben hallarse debidamente separadas.
- No solo evitará una contaminación cruzada, sino que facilitará la limpieza de los sectores.
- Las sustacias tóxicas como plaguicidas, solventes u otras que pueden representar un riesgo para la salud y una posible fuente de contaminación, deben estar rotuladas con un etiquetado bien visible y ser almacenadas en áreas exclusivas.
Estas sustancias deben ser manipuladas sólo por personas capacitadas para el uso de las mismas.
El sistema de evacuación de residuos debe ser en forma diaria, evitando que permanezcan por largo tiempo en el lugar.
Limpiar correctamente los rincones de difícil acceso y enjuague bien los restos del material de limpieza que haya utilizado.
Nunca mezcle la lavandina con el detergente, esta unión es altamente tóxica y a su vez se anulan las acciones de ambas
la lavandina debe guardarse en recipientes opacos fuera del alcance de la acción solar.
Importante
Lavar permanentemente el trapo rejilla con lavandina o bactericida, se considera que éste tiene más bacterias que un zócalo sucio, por eso es aconsejable usar papel descartable para limpiar y secar.
- El delantar es otro lugar propicio para coleccionar microbios.
- Ojo con ollas, fuentes y tablas deterioradas o agrietadas porque comienzan a albergar bacterias.
El detergente barre la suciedad pero no mata agentes contaminantes.
Se recomienda utilizar productos bactericidas y desengrasantes que cumplen ambas funciones.